empatía
- f. Sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra:
la empatía consiste en ser capaz de ponerse en la situación de los demás.
Cuenta la
leyenda que hay una emoción universal por desbloquear dentro de
nuestros cuerpos. Un tesoro al alcance de la mano que lo puede todo,
o al menos tantas cosas como:
– Comprender
nuevos conocimientos.
– Comprender
problemas de todas clases.
– Saber
evaluar a la hora de comprar.
– Para
ser político.
– Aguantar
las batallitas de abuelo (y no tan abuelo).
– Para
escuchar música.
– Saber
reírse de un buen chiste.
– Saber
reírse de un mal chiste.
– Para
mentir.
– Identificar
mentiras.
– Crear.
– Bailar
con alguien.
– Saborear
y recordar.
– Comprender
porqué se alucina tanto con la última peli de moda.
– Angustiarse
del porqué se alucina tanto con la última peli de moda.
– Actuar.
– Prometer.
– Decir
la verdad.
– Sentir
que respiras.
– Sumar
notas y resulte en una melodía con sentido.
– Decir
más con esa melodía que con palabras.
– Imitar.
– Robar
personalidad.
– Hacer
sonidos con la boca.
– Llorar.
– Llorar
de verdad.
– Conocerse
a sí mismo.
– Filosofar.
– Ser
médico.
– Formar
una sociedad.
– Querer
a alguien.
– Aceptar
a la familia.
– Desear
una familia.
– Disfrutar
de una película de venganza.
– Vivir
una película.
– Cantar.
– Viajar
y disfrutar más los detalles que los museos.
– Entender
los porqués de la historia.
– Disfrutar
el sexo.
– Hacer
el amor.
– Captar
cualquier clímax existente.
– Disfrutar
los viajes en tren.
– Recordar.
– Olvidar.
– Dejarte
llevar.
– Salvar
una vida.
– Agradecer.
– Para
saber cuando es suficiente y cuando no.
– Encontrar
en esto cierta similitud con el final de Monkey Island 2.
– Escribir
un diario.
– Animar
en la mente una foto.
– Imaginar
posibilidades.
– Imaginar
ficción.
– Hacer
cara de poker.
– Irse
de fiesta y recordarlo.
– Jugar
y disfrutar un videojuego.
– Disfrutarlo
más a varios jugadores.
– Obligarte
a ser delincuente.
– Respetar.
– Identificar
que giramos y nos movemos a miles de kilometros en medio de la nada.
– Comprender
lo que de verdad significa una vida.
– Concebirla.
– Que
tu ficción supere la realidad.
– Fascinarse
con el Universo.
– Ser
consciente de tu propia existencia.
– Ser
consciente de lo que supone o supondría realmente un “etc...” en
esta lista.
Aún con
esas, hay seres que no la dominan; o lo que es peor, la imitan a la
perfección. Esos seres están por todas partes, siendo en su
juventud cuando más se delatan, pero a lo largo de años de práctica
logran adaptarse y camuflarse entre las emociones. Así surge una
falsa empatía idéntica en casi todos los aspectos, salvo, claro
está, en lo que se siente de verdad hacia lo tercero. Cuando ríen
son forzados en su fondo, cuando prometen lo dicen con el pecho
vacío, y a la hora de ignorar las exigencias, se vuelven unos
maestros al no acumularsele nada en la conciencia. Todo esto en un
juego que hasta ellos mismos se creen de tanto que se ha
interpretado, ya que toda mentira contada cien veces deja de ser
mentira...
Ahora todo
es un cúmulo, una mezcla, todo en parte gracias a la evolución,
todo en parte por la supervivencia. Todo, quizás, por pura costumbre
de donde vivimos.